
Como en la actualidad existen muchos tipos de vídeos de boda el material que se utiliza para grabarlos es diferente dependiendo el profesional encargado de grabarlos, aunque todos suelen tener dos o tres aspectos en común como son las cámaras, el set de grabación compuesto por trípode, baterías, elementos de iluminación y audio, e incluso el soporte para el hombro, debido a que en muchas ocasiones la imagen se graba en movimiento, no fija como mucha gente se piensa.
Y es que dependiendo del vídeo de boda escogido por los novios este material variará mucho, pero lo más recomendable por los expertos es además de la cámara principal, emplear otra de menos calidad, si no se tienen dos como la primera, para que sirva de apoyo con el doble objetivo de llegar a más partes en la boda (con una sola cámara es imposible dar recuerdo de todo lo que acontece pero sí de los más importante) y aportar planos distintos del mismo momento, como por ejemplo en la ceremonia con el plano principal de los novios y cortes detalle de invitados como los familiares.
Con esto lo que queda claro es que dependiendo del material que el profesional utilice para grabar el vídeo de boda, el precio del mismo irá variando, un hecho que suele funcionar a mayor número de cámaras y equipamiento mayor coste, aunque la verdad es que en la mayoría de casos la diferencia de precio de grabar una boda con una o dos cámaras no es demasiado elevado, por lo que es más recomendable optar por utilizar dos porque así habrán más posibilidades de que un día tan especial para dos personas siempre se quede guardado en una cinta.
Dentro del gran abanico de cámaras utilizadas para grabar bodas las más utilizadas por los profesionales suelen ser las DVCPRO HD, las P2, la 5D MK2 o las Full Frame, muy recomendables por su enorme calidad de imagen. Así mismo, para que la imagen sea perfecta siempre se suelen llevar una serie de complementos como el Viwefinder (perfecto para grabar las imágenes de la postboda gracias a que es muy recomendable para exteriores soleados), una o dos antorchas de leds para iluminar las zonas más oscuras como los interiores, un monopié (ideal para dar mayor estabilidad al cámara para registrar las tomas a mano), baterías (los expertos suelen llevar entre 5 y 6 para no tener problemas), tarjetas de memoria (para grabar el máximo número de minutos posibles) y varios objetivos (ya sean de complemento, para realizar panorámicas o primeros planos).
Lo que queda claro con esto es que un vídeo de boda esconde detrás de él mucho trabajo y equipamiento necesario para hacerse como merecen los novios con el objetivo de que no se escape ni un detalle de un día tan importante.